San Camilo

-Patrono de los enfermos, hospitales y profesionales de la salud-

  “Que el Señor los haga felices”

San Camilo de Lellis – 1550-1614

Dios libera a un joven alocado del peso aplastante del vacío y lo enfrenta con los hedores mortíferos, la suciedad y la desesperación de los hospitales.

Un «inculto y hombre sin letras» escribe algunas de las páginas más sensacionales del la caridad cristiana.

Un hombre rudo se asigna a sí mismo y a los propios hijos una vocación de madre hasta la muerte.

 

Un experto en la «liturgia» de meter las manos en la «pasta de la caridad», nos recuerda que la opción por los pobres es la opción por Dios mismo, Dios de la vida, que siempre se pone de parte de aquellos cuya vida está amenazada.

Un místico de la acción que toma en serio la encarnación de Cristo y sus palabras: «Anuncien la buena nueva a los pobres» (Mt. 11,5).

 

Un buen samaritano que previene: «Que nadie pretenda llegar a Dios por un camino distinto al de la caridad»; o «pretenda se acogido en el paraíso sin la recomendación de los pobres y los enfermos»

 

Patrono universal de los enfermos y agentes de salud que aconseja: el enfermos es un extraño de quien nos hacemos prójimo cuando nos acercamos a él con empatía, con amor.

El «Santo de la Cruz Roja» que nos proporciona vitaminas frente a la gran deshumanización de nuestras relaciones humanas.

 

El Santo de la Cruz Roja

 

El Papa Sixto V, gratamente sorprendido por la labor de Camilo y los suyos en las pestes bubónicas y con los enfermos abandonados y sifilíticos, solicita verlo. Camilo aprovecha para pedirle llevar la cruz roja en el pecho. El Papa con mucho gusto se lo oncede. Es el año de 1586.

Cruz roja para indicar el fuego, la pasión en el servicio. Cruz roja por la sangre redentora de Cristo sobre el madero. Cruz roja por la consagración sacrificial al enfermo Cristo.

En 1596, se estrenan los religiosos “Ministros de los Enfermos” en los campos de batalla, en Hungría. Dos de ellos murieron en ese servicio, mártires de la caridad.

Los religiosos camilos se prodigan en la asistencia a los heridos en diversos conflictos del “Risorgimento”: en Pastrago, Custoza, Solferino y San Martino. En 1870, en Francia y en Roma (Porta Pía), los camilos, con doble cruz roja, se unieron a los voluntarios de la cruz roja internacional. Esta misión la realizarán hasta la primera guerra mundial, 1914.
Una cruz roja en el pecho, ciertamente no de adorno.

 

Decálogo de los servidores de los enfermos

  1. Honra la dignidad y sacralidad de mi persona, imagen de Cristo, por encima de mi fragilidad y limitaciones.
  2. Sírveme con amor respetuoso y solícito: con todo tu corazón, con toda tu inteligencia, con todas tus fuerzas y con todo tu tiempo.
  3. Cuídame como tú quisieras ser atendido, o como lo harías con la persona más querida que tengas en el mundo.
  4. Sé voz de los sin voz: hazte defensor de mis derechos, para que sean reconocidos y respetados.
  5. Evita toda negligencia que pueda poner en peligro mi vida o prolongar mi enfermedad.
  6. No frustres mi esperanza con tu afán e impaciencia, con tu falta de delicadeza y competencia.
  7. Soy un todo, un ser integral: sírveme así. No me reduzcas a un número o a una historia clínica, y no te limites a una relación puramente funcional.
  8. Conserva límpios tu corazón y tu profesión: no permitas que la ambición y la sed de dinero los manchen.
  9. Preocúpate por mi pronta mejoría; no olvides que he venido al hospital para salir recuperado lo antes posible.
  10. Comparte mis angustias y sufrimientos: aunque no puedas quitarme el dolor, acompáñame. Me hace falta tu gesto humano y gratuito que me hace sentir alguien y no algo, o un caso interesante.

Y… cuando hayas hecho todo lo que tienes que hacer, cuando hayas sido todo lo que debes ser…, no olvides darme las gracias.

(Deducido del pensamiento y actuación de Camilo).

 

Pensamiento de Camilo

  • “Lo que tenemos es de los pobres y sólo lo que les damos se torna nuestro”.
  • “Cada uno pida al Señor que le dé un afecto materno hacia su prójimo”.
  • “Sirvan al enfermo con el amor de una madre para con su único hijo enfermo y según el Espíritu Santo le sugiera”.
  • “El enfermo -Cristo- es mi amo y señor”.
  • “Los enfermos son la pupila y el corazón de Dios”.
  • “No hagan oración que corte las alas a la caridad”.
  • “Que nadie pretenda ser recibido en el paraíso sin
  • recomendación de los enfermos y pobres”.
  • “Nada les unirá más a Dios que la caridad”.
  • “Los enfermos les harán ver el rostro de Dios”.
  • “Los hospitales son nuestras misiones”.
  • “¡Más corazón en esas manos, hermanos!”.
  • “Haciendo la caridad, uno no se equivoca nunca”.
  • “Nos ha tocado la mejor herencia: la perla de la caridad”.
  • “Quiera Dios que en mi muerte me acompañe una bendición o un suspiro de estos pobres enfermos”
  • “La caridad no busca jamás la propia comodidad”