Bienaventuranzas

La salud

1. Bienaventurados los que conciben la salud como una vivencia personal, responsable, gozosa; no como un producto final bruto.
2. Bienaventurados quienes viven la salud personal como un bien muy comunitario; y la salud comunitaria como un gran bien personal.
3. Bienaventurados los que han caído en el círculo virtuoso de la salud.
4. Bienaventurados los que viven la salud en clave de felicidad comunitaria.
5. Bienaventurada los que previenen la enfermedad. Más bienaventurados los que promueven la salud.

Los sanos

1. Bienaventurados los que son sanos, por mucho más que por ausencia de enfermedad.
2. Bienaventurados los que son como Jesús: sanos, saludables, sanadores, saneadores; y mediadores de la salvación.
3. Bienaventurados los que son sanos en todas y cada una de las dimensiones de su persona: física, emocional, intelectual, social, valórica y espiritual; con todos, en todo lugar.
4. Bienaventurados los que saben que Dios los quiere y quiere que se quieran… sanos: ayer, hoy y mañana.
5. Bienaventurados los sanos que educan con su salud.

Los enfermos

1. Bienaventurados los enfermos que nos sensibilizan, humanizan y evangelizan.
2. Bienaventurados los enfermos saludables para los demás.
3. Bienaventurados los enfermos que no chantajean con su enfermedad.
4. Bienaventurados los enfermos que poder visitarlos es una bendición y que, además, bendicen.
5. Bienaventurados los enfermos: sacramento de Cristo (Mt. 25, 36). También, los más chinchudos.

Los que sufren

1. Bienaventurados los que sufren con amor, por amor.
2. Bienaventurado quien no permite que le secuestren su sufrimiento sin elaborarlo.
3. Bienaventurado quien entrega su sufrimiento no para desparramarlo sino para ser iluminado.
4. Bienaventurados los que sufren por apegos…, si aprenden a liberarse.
5. Bienaventurados quienes prefieren padecer la injusticia antes que hacerla, para demostrar la justicia.

Los familiares del enfermo

1. Bienaventurados los que se familiarizan más con el familiar enfermo, menos con su enfermedad.
2. Bienaventurados los que comparten la ardua tarea de atender a su ser querido enfermo, sin sobrecargar a uno solo.
3. Bienaventurados los que no se dejan chantajear familiarmente por el enfermo.
4. Bienaventurados los que al servir al ser querido enfermo enseñan una escuela de amor sacrificado y caritativo a los más jóvenes de la familia.
5. Bienaventurados los que saben que la salud es muy familiera y que la familia ha de ser muy saludable: para nacer, crecer, envejecer, enfermar, morir y en el duelo.

Los médicos/as

1. Bienaventurados estos hombres y mujeres de bien, expertos en sanar, humanamente bien.
2. Bienaventurados los médicos/as que empiezan sirviendo a los enfermos y no terminan sirviéndose de los enfermos.
3. Bienaventurados los médicos/as que hacen más salud que medicina; más atentos a las necesidades básicas de salud de la población que a los casos raros de enfermedad.
4. Bienaventurados quienes comprenden: los enfermos necesitan las técnicas del profesional y al profesional de la técnica; no sólo en los cuidados paliativos.
5. Bienaventurados los médicos/as mortales, pacientes del Médico inmortal.

Los enfermeros/as

1. Bienaventurados los enfermeros/as que sirven a los enfermos con el mismo amor que una madre para con su único hijo enfermo (San Camilo).
2. Bienaventurados los enfermeros/as que atienden al sufrimiento del dolor del paciente y al dolor de su sufrimiento.
3. Bienaventurados los enfermeros/as que acompañan los últimos pasos del enfermo a la casa del Padre.
4. Bienaventurados los enfermeros/as con corazón en las manos.
5. Bienaventurados los enfermeros/as que entregan a su hora la medicina de la esperanza, de la que ellos son la farmacia.

Otros profesionales de la salud

1. Bienaventurados los honestos y eficaces administradores de la salud que roban… terreno a la enfermedad.
2. Bienaventurados los bioeticistas cuya ética tiene vida, cuya vida tiene ética.
3. Bienaventurados los visitadores médicos que alguna vez, no por equivocación, visitan a algún enfermo pobre.
4. Bienaventurado el personal de la limpieza, agentes de salud con sana y limpia humildad.
5. Bienaventurados los técnicos de salud que dialogan más con los enfermos que con los aparatos y estadísticas.

Los promotores de salud

1. Bienaventurados los promotores de salud que anhelan: ¡Todos por la salud! ¡Salud para todos!
2. Bienaventurados los promotores que pretenden: ¡Todo por la salud! ¡Salud para todo!
3. Bienaventurados los que hacen salud sin tener que curar la enfermedad.
4. Bienaventurados los promotores de salud ¡bien pre-vistos!
5. Bienaventurados los promotores de salud ¡bien pro-vistos!

Los hospitales

1. Bienaventurados los hospitales hospitalarios que reciben, curan y cuidan al enfermo como a sus amos y señores (San Camilo).
2. Bienaventurados los hospitales, feudos de la salud y no de la medicina; feudos de la sociedad y no de los políticos ni profesionales de la salud.
3. Bienaventurados los hospitales públicos que no son de segunda, ni de tercera, sino de primera.
4. Bienaventurados los hospitales que no se arruinan al servir al enfermo pero que no arruinan al enfermo al servirlo.
5. Bienaventurados los hospitales que no enferman ni desgastan a sus profesionales.

Los voluntarios/as

1. Bienaventurados los voluntarios que hacen gratuitamente bien, el bien; como auténticos profesionales del bien.
2. Bienaventurados los voluntarios que se forman voluntaria y permanentemente para servir más y mejor.
3. Bienaventurados las voluntarias: no serán las modelos, pero son los modelos.
4. Bienaventurados los voluntarios a quienes no se les puede, ni debe pagar. ¡Qué gran paga que tienen!
5. Bienaventurados los voluntarios con clase y de todas las clases; y los profesionales voluntarios.

Los sacerdotes

1. Bienaventurados los curas que con su ministerio curan.
2. Bienaventurados los sacerdotes que tienen constituido en su parroquia el equipo de pastoral de la salud.
3. Bienaventurados los sacerdotes que aportan la Eucaristía: medicina de la inmortalidad; y el perdón: fármaco de sanación.
4. Bienaventurados los sacerdotes que hacen ver a la gente enferma qué enferma que está y qué sano es su médico interior.
5. Bienaventurados los sacerdotes que sanan el espíritu porque nada le sienta mejor al cuerpo que un sano espíritu.

Los consagrados en el carisma de la salud

1. Bienaventurados los que consumen y consuman su vida con las manos metidas en la pasta de la caridad (San Camilo).
2. Bienaventurados los místicos de la caridad que tienen el privilegio de servir y tocar a Dios-enfermo, de primera mano.
3. Bienaventurados los consagrados que van al paraíso recomendados por las oraciones de los pobres enfermos y enfermos pobres.
4. Bienaventurados los consagrados en cuerpo y alma, tiempo y eternidad, a Cristo, salud crucificada por el Reino de los cielos.
5. Bienaventurados los consagrados con voto de pobreza, castidad y obediencia. ¡Qué ricos, cuánto aman, qué libres!

Los agentes de pastoral de la salud

1. Bienaventurados los sanos agentes pastorales de la salud.
2. Bienaventurados los que escucharán de Jesús un día en el cielo lo que ya dijo en la tierra: Estuve enfermo y me visitaron (Mt 25, 36).
3. Bienaventurados los agentes pastorales, epifanía de Dios.
4. Bienaventurados los agentes pastorales que se dejan evangelizar por los enfermos.
5. Bienaventurados los enfermos que son agentes pastorales para los enfermos… y sanos.

Los ministros de la Comunión

1. Bienaventurados los portadores concorpóreos y consanguíneos de Cristo.
2. Bienaventurados: Gratis lo han recibido, denlo gratis (Mt 10, 8).
3. Bienaventurados los que llevan el Pan de los fuertes a los débiles.
4. Bienaventurados quienes llevan la salud de Cristo y al Cristo de la Salud.
5. Bienaventurado el ministro de la Comunión que comulga bien con el enfermo.

Las instituciones de salud

1. Bienaventurados las instituciones para quienes la salud holística lex suprema est.
2. Bienaventuradas las ONGs que se forman para los enfermos y no se deforman por los sanos.
3. Bienaventuradas las instituciones puras de salud y no las puras ideologías de salud.
4. Bienaventuradas las instituciones de salud que cuidan bien a los profesionales porque así cuidan mejor a los enfermos.
5. Bienaventuradas las instituciones de salud que no tienen miedo de dar la palabra a sus enfermos para ver cuán poco sanas pueden estar.

Los políticos en salud

1. Bienaventurados los que hacen política de salud y no política con la salud.
2. Bienaventurados los políticos que hacen estructuras de salud (que se ven) e infraestructuras de salud (que no se ven).
3. Bienaventurados los políticos que no olvidan que la salud es del pueblo; y el sistema de salud, también.
4. Bienaventurados los sanos políticos: correctos, no corruptos.
5. Bienaventurados los políticos, sacerdotes del bien común.

Los medios de comunicación social

1. Bienaventurados los medios para quienes el barco que llega a puerto también es noticia.
2. Bienaventurados los medios que no se venden para vender.
3. Bienaventurados los medios que en su ética son enteros.
4. Bienaventurados los medios que hacen salud haciendo prevención: Sea paciente en la ruta; no sea paciente en el hospital.
5. Bienaventurados los medios de comunicación social que son medios sociales de comunicación.

Los grupos de mutua ayuda

1. Bienaventurados los grupos de mutua ayuda porque un corazón que sólo sufre y sufre solo no es un corazón.
2. Bienaventurados los grupos de mutua ayuda que son simpáticos pero mejor empáticos; consoladores pero mejor confrontadores.
3. Bienaventurados los grupos de mutua ayuda que no sólo sanan el sufrimiento sino del sufrimiento.
4. Bienaventurados los grupos de mutua ayuda tan libres que no crean drogogrupodependencia.
5. Bienaventurados los grupos de mutua ayuda que superan el embarazo del egoísmo de la autoayuda y paren muchos buenos coordinadores.

Los laboratorios de salud

1. Bienaventurados los laboratorios que, en su sano puro interés, tienen interés en la salud social.
2. Bienaventurados los laboratorios que producen medicamentos genéricos para el público en general…, generalmente pobre.
3. Bienaventurados los laboratorios del primer mundo que no colonizan en el tercer mundo.
4. Bienaventurados los laboratorios que no son tan oportunistas como las nuevas enfermedades infecciosas oportunistas.
5. Bienaventurados los laboratorios que producen esperanzas para tantos enfermos.

Asistentes sociales

1. Bienaventurados los asistentes sociales: los asiste el apoyo social.
2. Bienaventurados los asistentes sociales: no pueden hacer milagros, pero sí solidaridad que hace milagros.
3. Bienaventurados los asistentes sociales: profetas modernos de las ateas injusticias, ya antiguas.
4. Bienaventurados los asistentes sociales que asisten para que otros más asistan más y mejor.
5. Bienaventurados los asistentes sociales que saben que la gente no muere sólo de frío sino de temperatura bajas de cariño; no sólo de hambre sino de ganas de vivir; no sólo enferma, sino enferma sola.

Bienaventuranzas de los Voluntarios

  • Bienaventurados los que se apuntan voluntarios para el amor solidario.
    Bienaventurados los voluntarios que tienen el corazón grande y sano por hacer el ejercicio del bien.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirviendo estrenan cada día el corazón.
    Bienaventurados los voluntarios para quienes un motivo vale más que 9.999.999 excusas.
  • Bienaventurados los voluntarios que en el servicio donan, se donan y de continuo.
  • Bienaventurados los voluntarios que ayudan a ayudarse; piden ayuda para ayudar, y para ayudarse.
  • Bienaventurados los voluntarios que superan su individualismo trabajando en equipo para el bien de la comunidad.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirven de buena fe y con fe buena.
    Bienaventurados los voluntarios que son conscientes de que para querer a los demás han de quererse a sí mismos.
  • Bienaventurados los voluntarios bienintencionados, a la primera.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirven haciendo el bien, bien; sin pasar su cuota de doble interés.
  • Bienaventurados los voluntarios que saben que si actúan para servirse, no sirve, no sirven.
  • Bienaventurados los voluntarios que no utilizan el voluntariado para tapar su soledad, hacer o esconder sus duelos.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirven con buenas actitudes y con aptitudes buenas.
  • Bienaventurados los voluntarios, siempre con su voluntariado.
  • Bienaventurado el franco-voluntario, no el voluntario franco-tirardor.
  • Bienaventurados los voluntarios que sonríen en su ministerio para tomarse en serio a los que sirven.
  • Bienaventurados los voluntarios que piden permiso para servir y, después de hacer el bien, agradecen.
  • Bienaventurados los voluntarios, pues hacen un negocio redondo: reciben más que lo que dan.
  • Bienaventurados los voluntarios que dan mucho tiempo de su escaso y valioso tiempo.
  • Bienaventurados los voluntarios que contagian y convocan a muchos más a servir más y mejor.
  • Bienaventurados los voluntarios a quienes no se les puede pagar, ni se les debe pagar. ¡Qué buena paga que tienen!
  • Bienaventurados los voluntarios que se forman voluntaria y permanentemente para servir mejor.
  • Bienaventurados los voluntarios que en el inicio, son inconscientemente incompetentes, pero que luego pasan a ser conscientemente incompetentes, después conscientemente competentes, para terminar siendo inconscientemente competentes.
  • Bienaventurados los voluntarios que los motiva la eficacia, y la poca eficiencia no los descorazona.
  • Bienaventurados los voluntarios que tienen fe en la humanidad.
  • Bienaventurada la humanidad que tiene fe en el voluntariado.
  • Bienaventurados los viejos voluntarios viejos.
  • Bienaventurados los papás voluntarios: sus hijos maman el voluntariado.
  • Bienaventurados los voluntariados genéticos y hereditarios: de padres a hijos.
  • Bienaventurada la familia del voluntario: sirve para que se sirva.
  • Bienaventurados los voluntarios que atestiguan que el mejor remedio para el hombre es el hombre.
  • Bienaventurados los voluntarios que no sirven en calidad de profesional, pero con la calidad del profesional.
  • Bienaventurados los profesionales que son, además, voluntarios.
    No todos los voluntarios son profesionales pero qué bienaventurados si todos los profesionales participasen de un voluntariado.
  • Bienaventurados los voluntarios que al servir aprenden a relativizar lo relativo y a absolutizar lo absoluto.
  • Bienaventurados los voluntarios que hacen de todo su servicio un acto humano y humanizador.
  • Bienaventurados los voluntarios que hacen todos sus contactos con mucho tacto.
  • Bienaventurados los voluntarios que no se consideran insustituibles pero lo que han de hacer sí es insustituible.
  • Bienaventurados los voluntarios que no se en-dios-an.
  • Bienaventurados los voluntarios que no se creen superman.
  • Bienaventurados los voluntarios de la acción: de la promoción, de la prevención…; y los contemplativos.
  • Bienaventurados los voluntarios que saben ser, saben estar, saben hacer… y saben escuchar.
  • Bienaventurados los voluntarios que se gastan pero no se desgastan.
  • Bienaventurados los voluntarios que se gastan con su equipo pero no desgastan a su equipo e institución.
  • Bienaventurados los voluntarios que se gastan y se retroalimentan… para seguir gastándose.
  • Bienaventurados los voluntarios que saben que la caridad empieza por su casa y sigue por su equipo.
  • Bienaventurados los voluntarios que son simpáticos, pero mejor empáticos.
  • Bienaventurados los voluntarios que viven la felicidad en clave comunitaria.
  • Bienaventurados los voluntarios: un corazón que piensa y una mente que ama.
  • Bienaventurados los voluntarios que se brindan sin blindarse.
  • Bienaventurados los voluntarios que en su relación de ayuda no se ponen corazas.
  • Bienaventurados los voluntarios que en su relación de ayuda sólo usan máscaras y caretas en carnavales.
  • Bienaventurado los voluntarios que entran por la puerta grande y salen grandemente por la misma puerta.
  • Bienaventurados los voluntarios que ven en el asistido una cátedra.
  • Bienaventurados los voluntarios que son conscientes de que las heridas que le brotan no las produce el asistido; se las despierta.
  • Bienaventurados los voluntarios que no huyen de sus heridas para no dar consuelos vanos.
  • Bienaventurado el voluntario sanador-herido-sanado-sanador.
  • Bienaventurados los voluntarios que saben que hay dolencias de amor que no se curan sino con la presencia y la figura (San Juan de la Cruz).
  • Bienaventurados los voluntarios que educan a sus hijos sirviendo.
  • Bienaventurados los voluntarios que educan a la sociedad con sus valores de servicio.
  • Bienaventurados los voluntarios: dignifican el espíritu humano.
  • Bienaventurados los voluntarios que se hacen prójimos ellos primero del último.
  • Bienaventurados los voluntarios con clase y los voluntarios de todas las clases.
  • Bienaventurados los voluntarios que no tienen que sufrir para motivarse a serlo.
  • Bienaventuradas las voluntarias: no serán las modelos, pero son modelos.
  • Bienaventurado el voluntariado entusiasta de los viejos y el maduro de los jóvenes.
  • Bienaventurado el voluntariado con voluntarios viejos por años de servicio… y con jóvenes para años de servicio.
  • Bienaventurados los voluntariados: muchos se llaman Esperanza.
  • Bienaventurados los voluntarios y los voluntariados que tienen la consciencia de planificar, organizar y evaluar en conciencia y con ciencia.
  • Bienaventurados los voluntarios con gran oído externo y fino oído interno.
  • Bienaventurados los voluntarios que escuchan hasta el silencio del ayudado.
  • Bienaventurados los voluntarios que escuchan un 85% y hablan el 15%.
  • Bienaventurados los voluntarios que escuchan cómo escuchan, para mejorar su actitud de escucha.
  • Bienaventurados los voluntarios no por ser perfectos sino perfectibles.
  • Bienaventurados los voluntarios conscientes de que la improvisación es la madre de todas las chapuzas.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirven a los pobres de la humanidad y a los pobres de humanidad.
  • Bienaventurados los buenos voluntarios buenos: se enferman menos…, enferman menos.
  • Bienaventurados los voluntarios que bendicen: que bien dicen… de todos.
  • Bienaventurados los voluntarios reconciliados y reconciliadores.
  • Bienaventurados los voluntarios que conciben su vida como una fortuna no para depositarla sino para invertirla.
  • Bienaventurados los voluntarios con genio e ingenio ante las nuevas marginaciones.
  • Bienaventurados los coordinadores de los voluntarios: doblemente voluntarios.
  • Bienaventuradas las instituciones que aportan información permanente a sus voluntarios para que superen la ignorancia cognitiva.
  • Bienaventuradas las instituciones que aportan formación permanente a sus voluntarios para que superen la ignorancia personal.
  • Bienaventuradas las instituciones que contienen a los voluntarios que contienen.
  • Bienaventurados los voluntariados: más que una manera de hacer, es una manera de ser.
  • Bienaventurados los voluntarios: en la salud y en la enfermedad.
  • Bienaventurados los voluntariados que tienen mística.
  • Bienaventurados los voluntarios que sirven por amor al ayudado, con el amor modélico e inspirador de Dios.
  • Bienaventurados los voluntarios que, como Jesús, no vienen a ser servidos sino a servir (Mc 10, 45).
  • Bienaventurado el voluntariado que tiene por lema: Es mejor dar que recibir (Hch 20, 35)
  • Bienaventurados los voluntarios que participan bien de la Eucaristía; se asimilan a Cristo: El Voluntario.
  • Bienaventurados los agentes pastorales, voluntarios de Dios en Dios, sal de la Tierra, luz del mundo (Mt 5, 13-14).
  • Bienaventurados los voluntarios que tienen a María como modelo: Yo soy la servidora del Señor (Lc 1, 38).
  • Bienaventurados los voluntarios, apóstoles de la gratitud: Gratis lo han recibido, denlo gratis (Mt 10, 8).
  • Bienaventurados los voluntarios que son una inversión de Dios en ellos/ellas para los demás.
  • Bienaventurados los voluntarios que saben que una muy segura casilla postal de Dios es el necesitado.
  • Bienaventurados los voluntarios que un día escucharán: Vengan benditos de mi padre, porque estuve necesitado y me socorrieron (Mt 25, 36).
  • Bienaventurados los voluntarios que practican: Cuando amen no deben decir: «Dios está en nuestro corazón», sino «nosotros estamos en el corazón de Dios» (K. Gibrán).
  • Bienaventurados los voluntarios: han encontrado un tesoro… que nunca deben perder.